Queridos visitantes,
Os presento a mi primer hijo. Se llama RUFINSTEIN y es un texto mutante. Un texto vivo que se alimenta de todo lo que percibe y selecciona lo que necesita para subsistir. Os propongo, en mi deber de padre responsable, que eduquéis a mi hijo y que lo miméis. Sé que siempre se puede encontrar con malas influencias porque la red lo abarca todo. Comentarle lo que queráis. ¿Creéis que le falta una palabra o un verso? Pues añadírselo. ¿Créis que le sobran letras? Decídle cuáles! Sólo tenéis que ir al apartado COMENTAR y dejar vuestra sugerencia. Vosotros sois los pedagogos de Rufinstein. Su futuro está en las yemas vuestros dedos.
Doctor Rufinstein
*El texto que hay a continuación es Rufinstein en su edad más avanzada. Y los que hay por debajo son sus etapas anteriores.

26/3/07

Recuerdo un depósito de tinta,
el útero de una pluma,
piernas largas,
tan largas que la barbilla le rozaba los genitales.

Recuerdo el papel todavía virgen,
dispuesto a ser estrenado por unas manos ya impuras.
Rememoro aquel primer baile de máscaras,
donde cada consonante buscaba su partener,
donde cada vocal se descubría abierta o cerrada.

Y creo que la vida depende demasiado del soporte en que se caiga:
un folio, una camiseta ortera, un mp3 de propaganda...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pués yo voy cayendo sin atrevimiento,
al soporte infinito de la soledad,
donde la vida no depende de,
sinó que de la vida depende lo demás.

Rufí dijo...

a de angie suposo. Gran aportació. Si el món estigués ple d'angies en rufinstein creixeria molt més sa i fort. Es noten les teves dots pedagògiques. Un petó.

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